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Una balanza de la justicia desequilibrada, con dinero en un lado y un mazo de juez en el otro, simbolizando la lucha contra la corrupción en un contexto global.
Una balanza de la justicia desequilibrada, con dinero en un lado y un mazo de juez en el otro, simbolizando la lucha contra la corrupción en un contexto global.
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La Corrupción Global: Desafíos, Medición y Estrategias de Combate

Frank Debot

La corrupción, un fenómeno que afecta a sociedades de todo el mundo, impone costos significativos en múltiples niveles. Este artículo explora la naturaleza de la corrupción, sus patrones globales, métodos de medición y estrategias efectivas para combatirla. Desde el soborno hasta el clientelismo, la corrupción se manifiesta de diversas formas, planteando desafíos únicos para su erradicación.

Introducción a la corrupción

La corrupción es un problema global que impone costos políticos, económicos y ambientales significativos en sociedades de todo el mundo. Aunque es difícil proporcionar una definición precisa y exhaustiva, en el núcleo de la mayoría de las definiciones de corrupción está la idea de que un acto corrupto implica el abuso del poder encomendado para beneficio privado. Ejemplos clásicos incluyen el soborno, el clientelismo y la malversación de fondos. Otros ejemplos, a menudo más sutiles e incluso legales, incluyen el cabildeo y el patronazgo. A lo largo de la historia, la corrupción ha sido una característica persistente de las sociedades humanas, como lo demuestran ejemplos históricos como la venta de escaños parlamentarios en los "burgos podridos" en Inglaterra antes de la Ley de Reforma de 1832, y la "política de máquinas" en los Estados Unidos a principios del siglo XIX.

Definición y medición de la corrupción

La naturaleza no ética y a menudo ilegal de la corrupción hace que su medición sea particularmente complicada. Los datos sobre corrupción generalmente provienen de la observación directa (por ejemplo, registros de aplicación de la ley e informes de auditoría) o encuestas de percepción (por ejemplo, encuestas de opinión pública o evaluaciones de expertos). Transparency International estima el "Índice de Percepción de la Corrupción", que es posiblemente el indicador de corrupción más utilizado en todo el mundo. El índice califica a los países en una escala de 0-100, donde 0 significa que un país se percibe como altamente corrupto y 100 significa que un país se percibe como muy limpio. Aunque la medición precisa de la corrupción es difícil, existe una clara correlación entre percepción y comportamiento, por lo que los datos disponibles sobre corrupción proporcionan información valiosa que, cuando se interpreta cuidadosamente, puede decirnos algo importante sobre nuestro mundo y contribuir al desarrollo de políticas efectivas.

Patrones globales de corrupción percibida

Según el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparency International, los países que han recibido puntuaciones altas (y por lo tanto se perciben como los más "limpios") son Dinamarca, Nueva Zelanda, Finlandia, Singapur y Suecia. En el otro extremo, los países que han recibido puntuaciones bajas (y la mayor corrupción percibida) incluyen Somalia, Siria, Sudán del Sur, Yemen y Corea del Norte. El Barómetro Global de la Corrupción, también producido por Transparency International, encuesta a individuos en todo el mundo, preguntándoles sobre sus opiniones y experiencias con respecto a la corrupción. Los datos muestran que, a nivel mundial, las personas perciben a las fuerzas policiales nacionales y al poder legislativo como particularmente corruptos.

Soborno y su impacto

El soborno es una de las formas más comunes de corrupción. Según el Barómetro Global de la Corrupción, en algunos países, la mayoría de los encuestados informan haber pagado un soborno en el último año para acceder a servicios públicos. Para aquellos sin dinero y conexiones, pagar incluso pequeños sobornos para acceder a servicios públicos básicos como la salud pública o la policía puede tener consecuencias significativas. La corrupción menor en forma de sobornos a menudo actúa como un impuesto regresivo, ya que la carga típicamente recae de manera desproporcionada en las personas con bajos ingresos. Un estudio en Ecuador mostró que los hogares pobres tienden a pagar una mayor proporción de sus ingresos en sobornos para acceder a los servicios públicos.

Corrupción en el sector privado

Los sobornos también son solicitados y pagados por empresas en el sector privado. Según las Encuestas de Empresas del Banco Mundial, en algunos países, una gran mayoría de las empresas informan que se les solicita sobornos. El Índice de Pagadores de Sobornos de Transparency International proporciona información sobre la probabilidad de que las empresas de diferentes países participen en sobornos cuando hacen negocios en el extranjero. Los registros oficiales de la Ley de Prácticas Corruptas en el Extranjero (FCPA) de EE. UU. muestran que las empresas estadounidenses han pagado sobornos en 80 países desde 1977, incluso en muchos países de la OCDE.

Relación entre corrupción y desarrollo

Existe una clara correlación entre el desarrollo (medido por el Índice de Desarrollo Humano de las Naciones Unidas) y la corrupción (medida por el Índice de Percepción de la Corrupción de Transparency International). Los países que obtienen puntuaciones más altas en el Índice de Percepción de la Corrupción (es decir, países percibidos como menos corruptos) tienden también a tener mejores puntuaciones en el Índice de Desarrollo Humano. Sin embargo, es importante tener en cuenta que esta relación es solo una correlación: muchos factores impulsan simultáneamente la corrupción y el desarrollo.

Educación y corrupción

Existe una fuerte relación positiva entre el nivel educativo y la percepción de la corrupción: los países donde las personas están más educadas tienden a tener mejores puntuaciones en el Índice de Percepción de la Corrupción. Varios estudios académicos han intentado establecer hasta qué punto esta relación es causal. Por ejemplo, Glaeser y Saks (2006) muestran que dentro de los Estados Unidos, los estados que están mejor educados tienden a ser menos corruptos. Esto es consistente con otros estudios que respaldan la teoría de que los votantes con más educación tienden a estar más dispuestos y ser más capaces de monitorear a los empleados públicos y tomar medidas cuando estos empleados violan la ley.

Responsabilidad y corrupción

Uno de los mecanismos más ampliamente aceptados para controlar la corrupción es asegurar que aquellos a quienes se les confía el poder sean responsables de informar sus actividades. Esta es la idea detrás de las llamadas medidas de "responsabilidad" contra la corrupción. Los datos muestran que las personas tienen menos probabilidades de pagar sobornos en países con instituciones más fuertes que respaldan la responsabilidad. Ferraz y Finan (2011) muestran que existe evidencia de que esta relación es causal, demostrando que la responsabilidad electoral afecta causalmente las prácticas de corrupción de los políticos titulares en Brasil.

Efectividad de las medidas anticorrupción

Una prescripción política común para combatir la corrupción es aumentar el monitoreo y los castigos. Olken (2007) probó la efectividad de esta estrategia en el contexto de proyectos de carreteras en aldeas indonesias, aumentando la probabilidad de auditorías del gobierno central del 4 por ciento al 100 por ciento. El estudio encontró que las auditorías redujeron significativamente los gastos faltantes, medidos por las discrepancias entre los costos oficiales del proyecto y las estimaciones de ingenieros independientes. Los resultados mostraron que los gastos faltantes fueron mucho menores en las aldeas donde las auditorías eran ciertas.

Normas culturales y corrupción

Un estudio de Fisman y Miguel (2007) muestra que los diplomáticos de países donde la percepción de corrupción es baja (por ejemplo, Dinamarca) parecen ser generalmente menos propensos a infringir las reglas de estacionamiento en el extranjero, incluso en situaciones en las que no hay consecuencias legales. Este estudio sugiere que las normas culturales son uno de los factores que afectan el comportamiento corrupto, ya que la correlación positiva entre el comportamiento corrupto de los diplomáticos "en el extranjero" y la percepción de corrupción "en casa" se mantiene después de controlar factores como el ingreso nacional en el país de origen de los diplomáticos o los salarios de los diplomáticos.

Conclusión y perspectivas futuras

La corrupción sigue siendo un desafío persistente en todo el mundo, afectando tanto a países de altos como de bajos ingresos. Aunque la medición precisa de la corrupción es difícil, los datos disponibles proporcionan información valiosa sobre los patrones subyacentes y las posibles estrategias para combatirla. La educación, la responsabilidad y las auditorías efectivas han demostrado ser herramientas prometedoras en la lucha contra la corrupción. Sin embargo, también es crucial reconocer el papel de las normas culturales en la conformación del comportamiento corrupto. A medida que los países continúan desarrollando nuevos instrumentos de política para hacer frente a la corrupción, será importante seguir investigando y evaluando la efectividad de estas medidas. La lucha contra la corrupción requiere un enfoque multifacético que aborde tanto los aspectos institucionales como culturales del problema.

Fuente: Ortiz-Ospina, Esteban and Max Roser (2019) - "Corruption". Published online at OurWorldInData.org. Retrieved from: 'https://ourworldindata.org/corruption' [Online Resource]