El año 2023 estuvo marcado por una serie de desafíos económicos y geopolíticos que influyeron significativamente en el comercio mundial. Según los datos publicados por la Organización Mundial del Comercio (OMC) en abril de 2024, el comercio mundial de mercancías experimentó un retroceso, mientras que el comercio de servicios mostró una mayor resiliencia y continuó su recuperación tras la pandemia.
Las crecientes tensiones geopolíticas, la persistencia de presiones inflacionistas y el endurecimiento de las políticas monetarias en las principales economías contribuyeron a un entorno económico complejo. A pesar de estos retos, el producto interior bruto (PIB) mundial logró mantener un crecimiento positivo del 2,7% en 2023, aunque se desaceleró ligeramente respecto al 3,1% registrado en 2022.
El comercio mundial de mercancías, en términos de volumen, se redujo un 1,2% interanual en 2023, lo que supuso una fuerte desaceleración respecto al crecimiento del 3,0% registrado en 2022. Este descenso fue particularmente significativo, ya que en los últimos treinta años el comercio mundial de mercancías solo había registrado tasas de variación negativas durante la crisis financiera de 2009 (-12,3%) y durante la pandemia de COVID-19 en 2020 (-5,0%).
En términos de valor, las exportaciones mundiales de mercancías se situaron en 23.783 miles de millones de dólares en 2023, lo que representó un retroceso nominal del 4,6% interanual. Este descenso fue más pronunciado que la caída en volumen, reflejando en parte la reducción de los precios de las materias primas, especialmente de los productos energéticos.
Por regiones, Europa fue la principal causa del retroceso del comercio mundial de mercancías en 2023, tanto en exportaciones como en importaciones. Las exportaciones europeas cayeron un 2,6% en volumen, mientras que las importaciones se redujeron un 4,7%. Por el contrario, las exportaciones de América del Norte y África mostraron un crecimiento positivo, del 3,7% y 3,1% respectivamente.
En cuanto a los principales actores, China mantuvo su posición como el mayor exportador mundial de mercancías, con un valor de 3.380 miles de millones de dólares, seguida por Estados Unidos con 2.020 miles de millones de dólares. Sin embargo, ambos países experimentaron caídas en sus exportaciones del 4,6% y 2,2% respectivamente.
En contraste con el comercio de mercancías, el comercio de servicios mostró un crecimiento sólido en 2023. Las exportaciones nominales de servicios comerciales alcanzaron un valor de 7.839.688 millones de dólares, lo que supuso un incremento del 9,0% interanual. Este crecimiento fue impulsado principalmente por la recuperación del turismo y el dinamismo de los otros servicios comerciales, como los financieros, informáticos y de investigación y desarrollo.
Las exportaciones mundiales de turismo y viajes se incrementaron un 39,5% interanual, alcanzando los 1.573.731 millones de dólares. Este sector logró superar los niveles previos a la pandemia, demostrando una notable capacidad de recuperación. Por su parte, los otros servicios comerciales crecieron un 8,5%, llegando a 4.653.934 millones de dólares.
Por regiones, la Unión Europea mantuvo su posición como el principal actor en el comercio de servicios, representando un 36,5% de las exportaciones mundiales. Sin embargo, su crecimiento del 6,6% fue inferior al promedio mundial, lo que resultó en una ligera pérdida de cuota de mercado. Asia se mantuvo como la segunda región más importante, con un crecimiento del 8,4% en sus exportaciones de servicios.
Estados Unidos continuó siendo el mayor exportador individual de servicios, con ventas por valor de 966 miles de millones de dólares, seguido por Reino Unido con 581 miles de millones. Destaca el fuerte crecimiento de las exportaciones de servicios de Reino Unido, que aumentaron un 15,6% interanual.
La OMC prevé una recuperación del comercio mundial de mercancías en los próximos años, con un crecimiento estimado del 2,6% en 2024 y del 3,3% en 2025. Estas proyecciones se basan en un crecimiento esperado del PIB mundial del 2,6% en 2024 y del 2,7% en 2025.
Se espera que las exportaciones de África y la Comunidad de Estados Independientes (CEI) muestren el mayor dinamismo en 2024, con crecimientos previstos del 5,3% para ambas regiones. Por su parte, se anticipa que las importaciones de Asia crezcan un 5,6%, impulsando la demanda mundial.
Sin embargo, persisten importantes riesgos a la baja, incluyendo la prolongación de los conflictos en Ucrania y en Oriente Medio, las disrupciones en las rutas comerciales marítimas, y la posible fragmentación del comercio mundial en bloques geopolíticos.
El año 2023 marcó un punto de inflexión en las tendencias del comercio mundial, con una divergencia clara entre el comportamiento de las mercancías y los servicios. Mientras el comercio de mercancías se contrajo, reflejando las tensiones geopolíticas y económicas globales, el comercio de servicios demostró una mayor resiliencia y dinamismo, impulsado por la recuperación del turismo y el crecimiento de los servicios digitales.
La creciente importancia de los servicios en el comercio mundial es una tendencia que probablemente se mantendrá en los próximos años, respaldada por la digitalización y la evolución de las economías hacia sectores de mayor valor añadido.
Sin embargo, los retos geopolíticos y la posible fragmentación del comercio mundial en bloques regionales representan amenazas significativas para el crecimiento futuro. La OMC advierte que una fragmentación comercial por bloques geopolíticos podría reducir las exportaciones reales mundiales en aproximadamente un 1,8% y el PIB mundial en un 1,0%.
En este contexto, será crucial que los países trabajen juntos para mitigar los riesgos geopolíticos y mantener un sistema de comercio internacional abierto y basado en reglas, que pueda seguir contribuyendo al crecimiento económico global y al desarrollo sostenible.
Fuente: Boletín Económico de ICE 3171, junio de 2024.