Según cifras provisionales publicadas por la UNCTAD en enero de 2024, la inversión exterior mundial creció un 3% en 2023, hasta los 1,36 billones de dólares. Este avance se produjo principalmente por el buen comportamiento de los países de tránsito europeo, que compensó los retrocesos o estancamientos en otras zonas. Excluyendo dichos territorios, se produjo una caída estimada del 28% de la inversión extranjera directa (IED) en economías desarrolladas en 2023, en un contexto internacional marcado por una gran incertidumbre y elevados tipos de interés.
La inversión extranjera directa no ETVE (productiva) en España alcanzó los 28.215 millones de euros (M€) en 2023, retrocediendo un 18,5% respecto de 2022, y situándose en el promedio de los últimos 5 años (29.002 M€). Es importante destacar que en este lustro se han alcanzado dos de los tres máximos de la serie histórica.
La reducción de la inversión extranjera en 2023 se concentró prácticamente en su totalidad en el capítulo de "Otras ampliaciones" (ampliaciones de capital para reducir deuda o recapitalización para sanear balances), sin afectar a la inversión nueva ni a las adquisiciones. De hecho, la inversión nueva y las ampliaciones dirigidas a aumentar la capacidad productiva (greenfield/brownfield) crecieron casi un 12% en 2023, hasta los 5.680 M€. Las adquisiciones se situaron en el entorno de los 12.000 M€, creciendo ligeramente respecto de la media del último quinquenio.
En cuanto a los principales países emisores, Estados Unidos lideró con 8.146 M€ (ganando peso relativo hasta el 28,9%), seguido por Reino Unido con 3.693 M€ (13,1%) y Alemania con 3.000 M€ (10,6%). Cabe destacar el dinamismo de Australia o Canadá, la caída de la inversión francesa y el retroceso de Reino Unido. Los países OCDE, con un 95,7% del total, continúan siendo la principal fuente de inversión directa en España, demostrando la confianza de las principales economías en nuestro país.
Por sectores receptores, el sector servicios (comercio al por mayor y las telecomunicaciones) fue el principal receptor de inversión extranjera, con 15.300 M€, aunque perdió peso en favor del sector industrial, donde destacaron las inversiones en el sector energético (petróleo y energía eléctrica y gas). Comparando los dos últimos quinquenios, se observa una reorientación de la inversión extranjera desde sectores como la construcción o las actividades inmobiliarias hacia el sector de información y comunicaciones y la industria manufacturera.
En cuanto a la distribución por Comunidades Autónomas, Madrid recibió el 54,3% (-12,7%) y Cataluña el 16,5% (18%).
La inversión productiva española en el exterior en 2023 sufrió un importante retroceso al reducirse un 41,6% respecto de 2022 hasta los 18.655 millones de €, y un 33% respecto a la media de los últimos 5 años. Esto podría ser, en parte, debido a la inestabilidad internacional y a las oportunidades de inversión en España facilitadas por los PERTE (Proyectos Estratégicos para la Recuperación y Transformación Económica).
En términos netos, la inversión española se ha comportado mejor (15.457 M€) –un 17% por encima de la media del periodo 2019-2023– gracias a la fuerte reducción de las desinversiones (caída por encima del 80%, tanto respecto de 2022 como del quinquenio).
Los proyectos greenfield/brownfield supusieron un 55,3% del total de la inversión, un total de 10.310 M€ de los que 7.995 M€ correspondieron a ampliaciones y 2.324 M€ a la creación de nuevas empresas. La adquisición de empresas representó el 34,6% de la inversión.
Por destino geográfico inmediato, más del 47% de la inversión se dirigió a EE. UU. y Luxemburgo, este último país de tránsito. Estados Unidos recibió el 31,5% de la inversión productiva española, con un crecimiento del 12,5% respecto a la media del quinquenio. Brasil y México fueron los siguientes receptores en orden de importancia, mientras que la inversión española en Alemania y, sobre todo, Reino Unido se vio considerablemente reducida (-84.7% respecto a la media de los últimos cinco años en el caso de este último país).
Por sectores destino de la inversión española, destacó el sector de actividades financieras y seguros, con 5.167 M€ (27,7% del total), el de suministro de energía eléctrica (3.493 M€ y 20,4%) y el de transporte y almacenamiento, que recibió 2.836 millones de euros (el 15% del total) y aumentó un 67% sobre el promedio del quinquenio 2019-2023.
La Comunidad de Madrid emitió el 60,6% del total, seguida del Principado de Asturias (13,1%) y Cantabria (8,6%).
En 2023 la desinversión de empresas extranjeras en sociedades españolas disminuyó un 37,4% hasta los 6.605 M€, el valor más bajo de los últimos cinco años. Gracias a ello la inversión productiva neta se incrementó un 3,2% respecto de 2022, situándose en 21.610 M€, un 6% por encima de la media del último quinquenio.
En cuanto a las desinversiones españolas en el exterior, estas se redujeron significativamente en 2023, contribuyendo a mejorar el saldo neto de la inversión española en el extranjero.
En resumen, 2023 fue un año de contrastes para los flujos de inversión directa en España. Mientras que la inversión extranjera en España mostró cierta resistencia, situándose cerca de los niveles promedio de los últimos años a pesar de un ligero retroceso, la inversión española en el exterior experimentó una caída más pronunciada. Sin embargo, la reducción de las desinversiones tanto en España como en el extranjero contribuyó a mejorar los saldos netos en ambas direcciones. De cara al futuro, la evolución de estos flujos dependerá en gran medida de la recuperación económica global y de la capacidad de España para mantener y mejorar su atractivo como destino de inversión, así como de las oportunidades que las empresas españolas encuentren en los mercados internacionales.
Fuente: BOLETÍN ECONÓMICO DE ICE 3171 JUNIO DE 2024