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Un collage de rostros de personas de diferentes edades y etnias, desde bebés hasta ancianos, dispuestos en forma de reloj para representar el aumento de la esperanza de vida global.
Un collage de rostros de personas de diferentes edades y etnias, desde bebés hasta ancianos, dispuestos en forma de reloj para representar el aumento de la esperanza de vida global.
esperanza de vida • longevidad • salud global • disparidades • avances médicos • demografía • envejecimiento

El Triunfo de la Longevidad: Un Viaje a través de la Esperanza de Vida Global

Lucy Debot

En los últimos dos siglos, la humanidad ha logrado un avance sin precedentes en la esperanza de vida, pasando de un promedio de 32 años en 1900 a 71 años en 2021. Este artículo explora las tendencias globales en la esperanza de vida, analizando los factores que han contribuido a este aumento dramático, las disparidades entre países y géneros, y las implicaciones para el futuro de nuestra especie.

Introducción: Panorama de las tendencias globales en esperanza de vida

En el vasto tapiz de la historia humana, pocos logros rivalizan con el asombroso aumento de la esperanza de vida que hemos presenciado en los últimos dos siglos. Imaginen, queridos lectores, un mundo donde la expectativa de vida al nacer era de apenas 32 años en 1900. Ahora, en un abrir y cerrar de ojos histórico, esa cifra se ha más que duplicado, alcanzando los 71 años en 2021. Este salto cuántico en la longevidad humana es, sin duda, uno de los mayores triunfos de nuestra especie, aunque, como veremos, no está exento de ironías y contradicciones.

Puntos clave sobre la esperanza de vida

Antes de sumergirnos en las profundidades de este fascinante tema, permítanme ofrecerles un aperitivo de las revelaciones que nos esperan. La esperanza de vida ha aumentado en todo el mundo, sí, pero con diferencias tan amplias entre países que uno podría pensar que vivimos en planetas distintos. Contrariamente a la creencia popular, este aumento no se debe únicamente a la reducción de la mortalidad infantil; la muerte parece haber decidido tomarse unas vacaciones en todas las franjas de edad. Y, por supuesto, no podemos olvidar el eterno debate entre los sexos: las mujeres siguen ganando la carrera de la longevidad, aunque los hombres intentan desesperadamente alcanzarlas. Por último, prepárense para una dosis de humildad científica: las predicciones sobre los límites de la esperanza de vida han sido superadas tantas veces que uno se pregunta si los estadísticos no deberían dedicarse a la adivinación.

Aumento global de la esperanza de vida

En 2021, la esperanza de vida media global superó los 70 años, un hecho que habría sido considerado ciencia ficción hace apenas dos siglos. En 1800, ninguna región del mundo podía jactarse de una esperanza de vida superior a los 40 años. Este aumento extraordinario es el resultado de una confluencia de avances en salud, nutrición, agua potable, saneamiento, atención neonatal, antibióticos, vacunas y otras tecnologías y esfuerzos de salud pública. No olvidemos tampoco las mejoras en los niveles de vida, el crecimiento económico y la reducción de la pobreza. Es como si la humanidad hubiera descubierto la fuente de la juventud, solo para darse cuenta de que estaba hecha de ciencia, política pública y desarrollo económico.

Disparidades en la esperanza de vida entre países

Ahora bien, no todo es color de rosa en este panorama de longevidad creciente. En 2021, la diferencia en esperanza de vida entre Nigeria y Japón era de nada menos que 30 años. Treinta años, queridos lectores. Es como si los japoneses vivieran en el futuro y los nigerianos en el pasado. Este dato escalofriante refleja las enormes disparidades que aún persisten entre países. Y no solo eso, sino que dentro de los propios países con menor esperanza de vida, las variaciones en la duración de la vida son aún más amplias. Es como si la lotería de la vida no solo determinara dónde naces, sino también cuánto tiempo te permite jugar.

Mejoras en la esperanza de vida en todos los grupos de edad

Contrariamente a la creencia popular de que el aumento de la esperanza de vida se debe únicamente a la reducción de la mortalidad infantil, los datos muestran mejoras en todos los grupos de edad. Tomemos el ejemplo de Francia: en 1816, un joven de 15 años podía esperar vivir hasta los 58 años. En 2021, ese mismo quinceañero podría planear su fiesta de 83 cumpleaños. Incluso los sexagenarios han visto aumentar su tiempo de descuento: si en 1816 un francés de 65 años podía esperar llegar a los 76, en 2021 podría aspirar a soplar 86 velas. Es como si la muerte hubiera decidido ser más paciente con todos, independientemente de su edad.

Brecha de género en la esperanza de vida

Ah, la eterna batalla de los sexos. Incluso en la longevidad, las mujeres parecen llevar la delantera. En todo el mundo, las mujeres tienden a vivir más que los hombres. Pero no se apresuren a celebrar, señoras, porque esta brecha no es constante ni en el tiempo ni entre países. Por ejemplo, la diferencia se disparó en algunos países durante las Guerras Mundiales (aparentemente, los hombres encontraron formas aún más eficientes de acortar sus vidas). La brecha comienza desde el nacimiento, con los niños más vulnerables a las enfermedades, continúa en la juventud con tasas más altas de muertes por violencia y accidentes entre los varones, y se mantiene en la vejez debido a condiciones de salud crónicas, en parte atribuibles a mayores tasas de tabaquismo, alcohol y consumo de drogas entre los hombres. Es como si la evolución hubiera decidido que los hombres son prescindibles y las mujeres, indispensables.

Superando predicciones y posibles límites de la esperanza de vida

Si hay algo que esta historia nos enseña, es que los seres humanos somos pésimos para predecir nuestros propios límites. En 1928, cuando la esperanza de vida en EE.UU. era de 57 años, el estadístico Louis Dublin predijo que el máximo posible sería de 64,8 años. Poco sabía él que ese límite ya había sido superado en Nueva Zelanda. Desde entonces, las predicciones sobre el límite máximo de la esperanza de vida han sido rotas una y otra vez. En lugar de ralentizarse, la esperanza de vida récord ha aumentado constantemente, aproximadamente un año cada cuatro años. Para 2021, Hong Kong ostentaba la esperanza de vida más alta con 88 años. Es como si la humanidad estuviera jugando un juego interminable de "supera esto" consigo misma, y ganando cada vez.

Conclusión: Implicaciones y perspectivas futuras

A medida que nos adentramos en el futuro, el aumento constante de la esperanza de vida plantea tantas preguntas como respuestas. ¿Seguiremos rompiendo récords o finalmente alcanzaremos un límite biológico? ¿Cómo afectará esto a nuestras sociedades, sistemas de pensiones y atención médica? ¿Lograremos cerrar la brecha entre países y entre géneros? Lo que está claro es que este "progreso continuo", como lo llaman Oeppen y Vaupel, no es el resultado de avances aislados, sino de una corriente constante de mejoras. Quizás, en lugar de buscar la píldora mágica de la inmortalidad, deberíamos centrarnos en mantener este flujo de progreso, asegurándonos de que llegue a todos los rincones del mundo. Después de todo, ¿de qué sirve vivir más si no vivimos mejor?

Fuente: Dattani, S., Rodés-Guirao, L., Ritchie, H., Ortiz-Ospina, E., & Roser, M. (2023). "Life Expectancy". Publicado en línea en OurWorldinData.org. Recuperado de: 'https://ourworldindata.org/life-expectancy'